Vuelvo a la carga. Más música, más carne.

Ayer fue un día de los de borrar del calendario.
Por un lado la gorda (mi coche, una fregoneta de los que ahora se llaman monovolumen) vuelve a dar problemas. De un tiempo a esta parte da muchos más problemas de los que debería. Le hago kilómetros (80-100 diarios), pero en estos últimos meses le he cambiado el embrague, la correa de distribución, y por lo visto ahora le falla el turbo.
Ayer cuando me disponía a llevarla al taller… no estaba.
La gorda vale un valer, pero todavía no es tan independiente. Se la había llevado la grúa.
Impensable, en Las Rozas nunca he visto una grúa, y menos en mi barrio, que si se lían a retirar coches mal aparcados nos dejan el barrio como el Gobi.
En fin, sí, me salía la rueda delantera del aparcamiento. No molestaba a nadie, pero la crisis es la crisis, y los 199 euros que me costó la broma le habrán venido bien.
RE en fin, la gorda está en quirófano. Don Vito (sí, es su nombre, mola ¿eh?) augura que me va a llevar mucha pasta y mucho tiempo. Hala, y sin vaselina.
Me han dejado un Seat Ibiza que va bastante bien (gasolina y 70 caballos son mejorables, pero tengo como ir al curro) hasta el miércoles.
Eso, con seis horas dormidas y tras una jornada con malísimas condiciones meteorológicas en europa, hizo de mí un rastrojo al final del día.
Hoy descansé, recuperé fuerzas y brilla el sol.

Me encantan estos días fríos de invierno en los que el sol nos salva de perder los dedos de pies y manos e ilumina con esa luz blanquecina tan característica.

Al tema, os dejo otro vídeo, menos mareao, pero parece que tengo un ligero Parkinson. Lo prometo, no voy puesta de coca…

INGREDIENTES:

– Solomillo de ternera
– Hierbas frescas (no soy amiga de hierbas secas, salvo excepciones.. ) Albahaca, cebollino, romero y eneldo, las proporciones van por el mismo orden que las he enunciado. Reduciendo según avanzamos

– Pimienta negra recién molida
– Escamas de sal
– Tomatitos cherry
– Piñones
– Lascas de parmesano
– Aceite de oliva virgen extra variedad picual

ELABORACIÓN:

Picamos las hierbas finito, las emulsionamos con el aceite, la pimienta.
Embadurnamos el solomillo (aquí lo bueno es dejar que se aromatice un par de horas o toda una noche, en mi caso no esperé y lo hice inmediatamente)
Plancha a tope, y vuelta y vuelta (la carne, como todo, al gusto, a mí me gusta que no sangre, pero que esté rojita, para lamer suelas de zapatos que se apunte otro :P)
En el aceite que nos sobra en la plancha, doramos unos piñones.
Emplatamos con los tomatillos y el queso. Añadimos la sal y más pimienta y listo.

Gracias por leer y… ¡Océanos de amor!